NOCTURNO III de José Asunción Silva —1865-1896—
(con foto de Francesca Woodman —1958-1981—)
Una noche
Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
Una noche
En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,
A mi lado lentamente, contra mí ceñida, toda,
Muda y pálida
Como si un presentimiento de amarguras infinitas,
Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
Por la senda florecida que atraviesa la llanura florecida
Caminabas,
Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
Y tu sombra
Fina y lánguida,
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada
Sobre las arenas tristes
De la senda se juntaban
Y eran una
Y eran una
Y eran una sola sombra larga!
Y eran una sola sombra larga!
Y eran una sola sombra larga!
Esta noche
Solo, el alma
Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
Por el infinito negro
Donde nuestra voz no alcanza,
Solo y mudo
Por la senda caminaba,
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
A la luna pálida,
Y el chillido
De las ranas,
Sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
Entre las blancuras níveas
De las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola
¡Iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera,
Como en esa noche llena de murmullos de perfumes y de músicas de alas,
Se acercó y marchó con ella
Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan en las noches de negruras y de lágrimas!...
* * *
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9 comentarios:
¡Que hermoso! que hermoso, que hermoso, hermoso nocturno.
Cuánto dolor se captura en algunas noches negras, oscura de sombras.
Si estaba triste abundé en hermosa tristeza, si no lo estaba, despertó las ganas de estar hermosamente triste.
Para que doy las gracias, si las gracias, las gracias doy leyendo.
Abrazos estimado y de paso abrazos a Ramona, Ramona perdida.
El poema es precioso y Las fotos de Francesca Bowman me alucinan...
Me suena a pasión tardía, pero aún con eso bienvenida... O algo asi... :)
Es un agrado leer tu blog, hace tiempo lo hago pero sólo hoy me atrevi a comentarte, precisamente por Francesca Bowman...
Saludos...
Anaís:
Gracias por tu visita, por tu lectura y ese reconocimiento de la Woodman que, no se mató muy joven, sino en el momento exacto en que aquello debía ser. Y nos dejó una obra de ojo "daguerrotipado" y, al mismo tiempo, provocadora y cordial.
Una fotógrafa mayor, la Woodman, y cuyo trabajo no es inconcluso; es un trabajo pleno de sugerencias como un relato de final abierto y que plantea interrogantes en el cuerpo mismo del ser y el cuerpo mismo del discurso a través de la imagen.
Saludos grandes.
KR
Shyvy muy Kerida:
Asunción Silva parte un día a ver a un amigo doctor y, como si a escribir el esbozo de un nuevo poema se preparara, pide que se le indique el lugar exacto en que se ubica el corazón. La bala que después entró rauda en el cuerpo del poeta se atuvo, con meticulosa disciplina, a las coordenadas dadas.
Poeta burgués, supo de riquezas y, al mismo tiempo, del vaivén de la moneda y de las medidas fiscales asociadas a la —ya en ese entonces— bien feble y "amateur" forma de construir república a la latinoamericana, es decir, tuvo que haber discernido criterios acerca de la política, no me cabe duda, y de deudas obviamente supo, de apuros familiares, de negocios familiares, de status a mantener a contracorriente, vida fácil y vivir difícil (vale un: o viceversa), robos, especulaciones, cambios de gobiernos, de nuevo la política y las medidas de hacienda, que le afectaron los negocios y las propiedades(que le afectaron quizá queriendo beneficiar a más amplios sectores sociales: no diremos que nuestro poeta fue un dechado de solidaridad y compromiso social), en fin, un hombre de letras y también de pagarés. Un hombre que sabía contar sílabas métricas y contar números en alza azul y en roja caída. Creyó en varias cosas, algunas artísticas y literarias, y tuvo acreedores.
Un hombre que vio la pobreza casi, sólo casi cara a cara y le tuvo miedo, un miedo atroz. Para confrontar a nuestro gran Gitano Rodríguez: porque no nació pobre y siempre tuvo un miedo inconcebible a la pobreza.
Un poeta que probablemente fornicó con su hermana (no digo que físicamente, aunque tiendo a pensar que al menos mentalmente sí; bueno, pensemos que algún roce hubo, que algún vello de brazo rozando el vellito más fino de otro brazo; o tal vez alientos demasiado cercanos, casi humedeciendo labios del interlocutor o de la interlocutora, no lo sé, estoy especulando), un poeta en relación incestuosa con una hermana, cosa que algunos airados moralistas salen a negar y otros airados iconoclastas salen a vindicar como si el no ser incestuoso fuese la calumnia. Yo digo que no lo sé y, entre creer y no creer, opto por creer, sólo por hacer más coherente el tinte y tono y modulación de sus versos y su valor significante y motor significativo. Más allá de eso, la biografía no agrega ni quita valor a los poemas de Asunción Silva. Pero hay una biografía algo estirada en algunos puntos claves, no lo vamos a negar: siempre unos y otros, ellos, ustedes y nosotros, extrapolando mitologías de la breve arena de algunos datos. A fin de cuentas, qué nos importa a nosotros si fue incesto de hecho o sólo onanismo mental, lo concreto es que ambos, hermana y hermano, están irremediablemente muertos y ni un mísero gusano presente en la faena necrófaga de aquel tiempo vive por estos días.
Es un gran poeta, uno de los más grandes. Un adelantado, un suicida convencional, sí, pero un renovador en poesía (al menos en la escrita en tierras Hispanomericanas; puestos frente a otra vara de compulse, acaso haya tela que cortar).
En mis fueros de lector, uno de mis favoritos.
Un abrazo grande, Shyvy amiga.
KR
Me fui rauda a leer más y más, y valió la pena ir por más.
SUB-UMBRA
a A. de W.
Tú no lo sabes... mas yo he soñado
entre mis sueños color de armiño,
horas de dicha con tus amores
besos ardientes, quedos suspiros
cuando la tarde tiñe de öro
esos espacios que juntos vimos,
Cuando mi alma su vuelo emprende
a las regiones de lo infinito
aunque me olvides, aunque no me ames
aunque me odies, ¡sueño contigo!
Pero aún no encuentro alguna biografia completa, seguiré buscando mientras escucho al gitano...
Pero este puerto amarra como el hambre,
no se puede vivir sin conocerlo.
Saudade
Qué bien y qué alegría, Shyvy, esa búsqueda desatada a partir de estas lecturas.
Sobre las biografías, lo bueno o lo malo que tienen —queda a decisión de cada quien— es que nunca son completas.
Un abrazo grande.
KR
Si que es precioso.
Sonaba un triste soneto
por aquellas calles
te asustaban los domingos
esos domingos vacíos
llenos de olor a nada.
tu sonrisa infinita
frente al paraíso que no existía
no existía
para ellos…los otros
aquellos…
que caminaban por la senda
por la misma senda
los que no oscilaban…
una triste sonata
sonaba, sonaba, sonaba...
je
Sedemiuqse:
Gracias por la visita, la lectura.
Siempre bienvenida.
Un abrazo grande.
KR
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tatiana.
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