viernes, 28 de agosto de 2009

Yony Bueymiler Tapia Miranda: Gásfiter y Subpoeta




Yony Bueymiler Tapia Miranda: Gásfiter y Subpoeta


Gregorio Gálvez (*)


Nombre completo: Yony Bueymiler Tapia Miranda. Apodo: El esqueleto de Tarzán (“Lo de esqueleto es por lo flaco, es que siempre he sido muy flaco, ve que fui tísico cuando cabro chico, y lo de Tarzán es por mi nombre, porque a mi papá le gustaban las películas de Tarzán”). Lugar de nacimiento: San Javier, región del Maule, Chile (“Soy nacido y criado en San Javier y no me arrepiento de nada, como dice la Edíh Piáh”). Edad: cincuenta y dos años (“Tengo cincuentidós años de edad, entrando a los cincuentitrés”). Oficio remunerado: gásfiter. Profesión no remunerada: poeta (“En realidad yo no soy poeta, como que encuentro mucha palabra ésa y otras veces la encuentro muy poca, yo soy Subpoeta, suena mejor, pero también porque me gustan las palabras con el presufijo ‘sub’, por ejemplo subterráneo, suburbio, subiremos, subpermercado”). Escribió su primer poema a los diecisiete, en homenaje a su primogénito: Vicente Huido Tapia Faúndez (“La primera vez que mi mujer se mejoró de guagua, ella tenía dieciséis años de edad y yo tenía diecisiete años de edad entrando a los dieciocho, éramos los dos unos pajaritos, y como a mí me han gustado siempre los poemas de Vicente Huidobro quería ponerle a mi hijo Vicente Huidobro, tal cual, pero, como Huidobro es apellido, cuando lo pasamos por el civil no le pude poner así, así que tuve que ponerle así: Huido, y en la casa así le decimos: Huido, por Vicente Huidobro, pero ése fue mi primer hijo, y ahí yo escribí mi primer poema, a lo Huidobro, a lo creacionista, pero a lo mejor es mejor decir a lo subcreacionista, pero después seguí escribiendo sin parar, pero a mis otros hijos no les dediqué poemas, porque sólo hay que dedicarle un poema al primer hijo nomás, pero ahora, ya con cincuentidós años de edad entrando a los cincuentitrés, tengo cinco hijos y los tengo a los cinco vivos, con salud y estudiando, y tengo tres niñitos hombres y dos niñitas mujeres y una nieta mujer, que le pusieron Teresa Huilmon, por la Teresa Huilmon”).

Yony es, en estricto rigor, un poeta mediocre, pero con actitud de poeta y con el riesgo a flor de verso como los buenos poetas, y eso es lo que valoro y rescato: su vida, su actitud, su día a día de poeta o, mejor dicho, su Cotidianidad Poeta. La osadía con que se enfrenta a la escritura es la de un gran grande, de uno de verdad. Frente a su figura, a su forma de pararse como poeta ante el mundo, tengo la misma certeza que él: “Yo voy a escribir hasta el último día de mi vida, y DiosquieraylaVirgen que ojála el Señor me conserve los siete sentidos buenos hasta el final de mis días, pero si no igual voy a seguir escribiendo como condenado, por más que todos, los buenos, los no tan buenos y los mejores, todos estamos condenados a vivir y a morir y a que nos olviden como a calcetín viejo, porque así de clara es la ley de Dios que no siempre es bondadosa pero siempre es clara, porque eso hasta a Huidobro le va a pasar, aunque, como decía mi viejo que en paz descanse y que Dios lo tenga en su Santa Gloria, ‘lo leído y lo escribío no lo quita nadie’, aparte que yo soy como mi viejo que en paz descanse, porque él también siempre decía que uno no tiene que ser sólo un hombre de principios, él decía que uno tiene que también ser de finales, y yo soy un hombre de finales, como mi viejo, que a todo esto era ladrón, pero que igual me crió bien y me regaló los libros que leía, porque mi viejo era un ladrón honrado y era choro, vivanco, un chochamu de la vieja escuela, un ladrón honrado, un hombre de finales, y yo que escribo poemas, que también es una forma de ser ladrón honrado, no soy un hombre de principios nomás, soy un hombre de finales y hasta el final voy a escribir y nadie me va a venir a echar el pelo en la leche”.

El Subpoeta y gásfiter Yony Bueymiler Tapia Miranda no es un ejemplo de poesía, pero sí es un epítome de la figura del Poeta, no del maldito, sino del Poeta Bendito. Dos cosas sabidas: que es un poeta de escritura mediocre, pero que hasta el más mediocre de los poetas ha escrito una estrofa o un verso que merezca estar en una antología, al menos en la única verdaderamente universal y eterna: la de los Poetas Olvidados.


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(*) Gregorio Gálvez (Concepción, 1964) es Magíster en Lingüística Hispánica, Universidad de Chile, además de poeta, narrador y ensayista. Editor de las antologías poéticas “Poesía Universal del Maule” (proyecto realizado con el aporte del Fondo Nacional del Libro y la Lectura, 2005) y “Los Ayeres de Poesía”. Desde el año 2006 reside en Barcelona, España.

2 comentarios:

Sylvia Rojas Pastene dijo...

Algunos medios ocres me encantan. Y este padre de su hijo varón Huido, es un loco meante a la pared.
Bravo, bravo

Anónimo dijo...

Jajajaja, gracias por tu visita y este tan buen comentario. Bueno, le transmito el comentario a Gregorio Gálvez, que se viene con más poetas de la antología Poesía Universal del Maule.
Un abrazo grande.
KR