Obama y mi hermana: Si se puede!
Obama tiene 47 años. Mi hermana María Teresa Viera-Gallo 36. Obama es afro-americano. Mi hermana es latino-americana. Viven al norte y al sur de un mismo continente, América.
Si se sentaran en una mesa a conversar descubrirían que pertenecen a una misma generación.
No sólo podrían citar discos, películas, libros en común, sino mismos ídolos y traumas.
Mi hermana vivió el exilio tras el golpe del 73. Obama creció –debido a su piel- sintiéndose exiliado en su propio país. Ambos son hijos de esas décadas , los 60s, y 70s, donde la política se sentía, vivía y padecía en carne propia. Obama y mi hermana saben lo que es tener un pariente alabando John F.Kennedy o Salvador Allende a la hora de almuerzo. Obama y mi hermana pensaron el mundo a la sombra de estos mitos. Obama y mi hermana un día se cansaron que el destino de nuestras vidas dependiera de otros políticos. Sin pedirle permiso a nadie, siguiendo su vocación, talento y sensibilidad social, se hicieron un hueco ahí donde había que estar. Obama en contra de las políticas neoconservadoras y fallidas de Bush. Mi hermana en contra del estancamiento y problemas que sufre la comuna de Santiago. Obama es progresista. Mi hermana también. Ni Obama ni mi hermana piensan según esquemas pasados de la Guerra fría. Obama quiere salud universal para todos los americanos, regular de una vez el capitalismo salvaje, terminar con el monopolio de las empresa petroleras a favor de energía renovable, salir responsablemente de Iraq, tener colegios públicos de calidad, salvaguardar los derechos civiles y lo más importante, volver a conectar el gobierno con la gente. Mi hermana quiere una comuna verde, ciudadana, sin smog ni basura, igualitaria, con buenos colegios públicos, centros de recreación y consultorios, pluralista, vanguardista y lo más importante, proteger la identidad e historia de Santiago. Obama está con la gente. Mi hermana también. Obama y mi hermana tienen ideas frescas, un fuerte pragmatismo, y están seguros que el siglo XXI necesitaba un recambio para enfrentar nuevos desafíos.
Omaba ama USA y mi hermana ama Santiago. Obama y mi hermana son como Los Beatles y Los Rolling Stones.
Pero cantan la misma canción “ Yes we can!” “Sí se puede!”
Si se sentaran en una mesa a conversar descubrirían que pertenecen a una misma generación.
No sólo podrían citar discos, películas, libros en común, sino mismos ídolos y traumas.
Mi hermana vivió el exilio tras el golpe del 73. Obama creció –debido a su piel- sintiéndose exiliado en su propio país. Ambos son hijos de esas décadas , los 60s, y 70s, donde la política se sentía, vivía y padecía en carne propia. Obama y mi hermana saben lo que es tener un pariente alabando John F.Kennedy o Salvador Allende a la hora de almuerzo. Obama y mi hermana pensaron el mundo a la sombra de estos mitos. Obama y mi hermana un día se cansaron que el destino de nuestras vidas dependiera de otros políticos. Sin pedirle permiso a nadie, siguiendo su vocación, talento y sensibilidad social, se hicieron un hueco ahí donde había que estar. Obama en contra de las políticas neoconservadoras y fallidas de Bush. Mi hermana en contra del estancamiento y problemas que sufre la comuna de Santiago. Obama es progresista. Mi hermana también. Ni Obama ni mi hermana piensan según esquemas pasados de la Guerra fría. Obama quiere salud universal para todos los americanos, regular de una vez el capitalismo salvaje, terminar con el monopolio de las empresa petroleras a favor de energía renovable, salir responsablemente de Iraq, tener colegios públicos de calidad, salvaguardar los derechos civiles y lo más importante, volver a conectar el gobierno con la gente. Mi hermana quiere una comuna verde, ciudadana, sin smog ni basura, igualitaria, con buenos colegios públicos, centros de recreación y consultorios, pluralista, vanguardista y lo más importante, proteger la identidad e historia de Santiago. Obama está con la gente. Mi hermana también. Obama y mi hermana tienen ideas frescas, un fuerte pragmatismo, y están seguros que el siglo XXI necesitaba un recambio para enfrentar nuevos desafíos.
Omaba ama USA y mi hermana ama Santiago. Obama y mi hermana son como Los Beatles y Los Rolling Stones.
Pero cantan la misma canción “ Yes we can!” “Sí se puede!”
María José Viera-Gallo
desde Brooklyn
desde Brooklyn
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1 comentario:
Kato, hermoso texto.
Un abrazote
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