miércoles, 19 de noviembre de 2008

Novela Río - k. ramone

NOVELA RÍO
By K. Ramone

"el viento trae olor a terneros mojados"
Jorge Teillier




Primera Parte: Tres de la tarde
o ninguna hora de la tarde que para el caso da lo mismo
aburrimiento en grado superlativo
en los escombros de una cárcel
(calavera de res en el desierto después de la última explosión)
los chilenos espectros hirvientes de los presos muertos
juegan un partido de fútbol
tres hombres corren acercándose al solitario portero
el gol que se avecina es a esas alturas casi una obviedad:
el espectro que lleva la pelota es generoso
da un pase al que va más próximo y éste que también es generoso
da a su vez el pase-gol al que tiene al lado
no sin antes gritar el más sublime desafinado y rotundo
¡¡¡Ahora, socio, háguElo!!!
y el háguElo háguElo háguElo
queda suspendido en medio de las nubes radiactivas
y cae convertido en sombra quemada a los pies del cadáver sin rostro
de Michael de Cervantes
quien considera aquel acto bello
como una dentadura postiza para su boca desdentada
o ruiseñor como una mano ortopédica
para sus dedos de ex prisionero soldado del rey
y best-selling author aunque pobre
y termina gritando GOOOOOOOLLLLLLLLLL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ignorando que ni los escarabajos pueden oírlo
ignorando que los chilenos espectros hirvientes de los presos muertos
repetirán una y otra vez la misma escena en que fueron sorprendidos
por la onda expansiva
una y otra vez hasta el fin de los tiempos
e ignorando también Michael de Cervantes
que el háguElo y no un hágAlo
será el eco de la última estrella pájara comida por hormigas mutantes y perras.
Segunda Parte: Michel de Cervantes está solo y tiene hambre
lo habla con su caballo Rocinante
se lo explica
le promete que de alguna forma le asegurará cierto pedazo suelto de un espejo
(se cuida de explicarle que a eso se reduce la postumidad: al pedazo suelto)
lo abraza a su caballo
lo besa en la boca le ofrece sexo gratis
ve una silueta latinoamericana y terrible reflejada en los ojos del equino
lloran juntos
sienten ambos un aroma perdido como a bestias que cruzan caminos
o como carretas solas que cruzan los mismos caminos solos
o como caminos enfáticos hasta la nada
un aroma como a caderas de mujer
en fin
se han sucedido meses desde la última explosión
cada cuerpo ha omitido ya sus rastros
el cielo es un dibujo animado que se desintegra y revive y viceversa
caricaturas ardidas de la escarcha
fósiles de crisantemos electrónicos
peces que jamás escribieron su novela y siguieron siendo peces
que cesaron sobre el polvo simples como una coma
o el esqueleto del mar por fin tranquilo.
Michael de Cervantes tiene hambre y por eso
aunque lo ama
se come a su caballo
se lo come hasta chupar los huesos —que huelen rancio
como familia casa silla preferida televisor casa jardín familia
niños que fuimos y morimos
laptop oído corazón un prrrr prrrr de gatito escondido
rancio como un delantal de madre y un par de párpados
debajo de los cuales hay dos ojos cubiertos por un par de párpados—
rancios huesos de Rocinante que Michael ha chupado hasta el desmayo
pobre tipo solo con hambre
pobre cadáver que no termina de morir
porque también la muerte fue alcanzada por la onda y la vemos allí
arrojada sobre una nieve imaginaria
muerta muerte como cualquier cadáver vivito y coleando.
Pero el panorama no es triste
después de vuelto en sí y con estómago tranquilo
Michael de Cervantes ríe
quiere llorar pero no puede
y ríe
ríe y piensa que en algún momento
ha de llorar. Duerme
sueña con su casa su familia un corcel robusto sano
moviéndose en un lienzo aparece una mujer y luego una luz de ampolleta
luego el rostro de Lope de Vega atravesado por esa luz
hay una breve contemplación de la rabia y su elegancia
una mesa de plástico completamente sola en medio del Renacimiento
y las naves espaciales y un orgasmo sometido al potro y al garrote
sin embargo sueña y sonríe
alcanza a ver una fuente en cuya esfera se pudre un agua de alambre
un agua que es sin embargo bella
un alambre que se enrolla al cuello de una pájara
un alambre muy parecido al caballo que hace unas horas se ha comido
una fuente en cuyo fondo hay otra poza y esa poza es la amistad
un relincho un molino una vaga noción de la mentira en el arte
o del arte como vaga noción de la mentira
un revólver arrojado por los sesos
un viejo gigoló secándose sobre una cama vacía
la triste ubicuidad de un pañuelo sobre otra cama vacía
el paisaje que les sale a las ventanas
unos senos cansados en la luz demolida de las ambulancias
la oveja salvaje de una puerta nunca abierta
un perro nuestro al que llamamos y no viene
y no sabemos o no queremos saber por qué no viene
la certeza de que fuimos pobres y que todo debe llegar a su final
mano que se estrecha con el letargo de un fósforo que habremos de encender
el extenso miedo de un gato frente al crujido de la palabra gato
y el sueño es tranquilo y el cadáver de Michael de Cervantes lo sueña
obviamente con tranquilidad
la tranquilidad del que ya nada tiene que contar a nadie.
Entonces despierta y se dice “Esto no puede ser la tristeza”
y acaba convencido de que toda sombra que se quema
es agua fresca derramada encima de lo que queda de sus pies
y se siente el mejor futbolista del mundo
el que hace goles de lujo eludiendo al portero del castillo
en un estadio vacío como la perfección
deshabitado como la Historia de la Originalidad.
Luego sólo un hombre que se tiende sobre la putrefacta falsedad de una piedra
y desaparece en una sombra cuya voz
huele a huesos de gotas con forma de caballo.
Tercera Parte y Final: En la cárcel un hombre tiene una visión
y se la cuenta a otro preso.
Pongamos que es a mí a quien se la cuenta.
Cuando llegue el Juicio Final —me dice—
vendrá Tatita Dios y me dirá al oído:
“Quémate en las llamitas del Infierno, querido Hijito de la gran Perrita”
Qué puedo hacer, Hermano —me dice.
Pues nada —le contesto— esperar esperar como todos.
El viento de la cárcel traía olor a un patio mojado.
Al otro día el mismo hombre amaneció con una sonrisa de león.
Habló a su gato (los gatos así como el mate amargo y a veces los libros
son en las cárceles las últimas tablas de una casa propia).
Tuve otra visión –me dijo pero no me la contó.
Esa tarde la cuadrilla de Shakespeare lo mató a puñaladas.
Le borraron la sonrisa de león. No se defendió.
Esperó pensando que eso era el todos: la espera.
El viento traía olor a candados mojados.
Shakespeare era el jefe de una cuadrilla de asesinos y ladrones
A diferencia de otros asesinos y ladrones no eran respetados
sino temidos como una caja cerrada y supuestamente vacía o supuestamente llena.
Vi a Shakespeare reír junto a su cuadrilla.
Lo vi luego caminar solo por el patio
lo vi sentarse apoyado en una pared y escribir algo en forma de diálogo.
Luego devino pájaro
y voló. Sí
fue así
esto no es una alegoría. Tal como lo refiero lo vi.
Parecido sólo parecido al pájaro mozart en The Preserving Machine de K. Dick
pero acá no era una criatura musical sino escritural y perversa
y se alejó
abandonó su cuadrilla abandonó la cárcel
y se fue nadie sabe adónde.
El mundo empezó a ser más tranquilo.
El mundo fue inofensivo como un escritor muerto o ido o perdido.
Pasaron los años
comencé a salir de la cárcel
y el viento de la calle traía olor a un olvido que empieza a ser mojado.
Vi una lagartija muriendo sobre un libro de provincia
vi un alambre con un zorzal de sombrero
vi una ciudad de nailon sobre una hoja de árbol
y vi una lluvia junia que emanaba del mes de junio.
Lo que no vi fue al pájaro Shakespeare
ni al hombre que su cuadrilla acuchillara.
Tuve mis propios gatos
acercaba mi oído a sus hocicos y oía ese fffff fffff
que es la lingua franca de todo gato
esa forma abortiva de decirnos:
fffff fffff
es decir: I no longer love you.
Pero todo bien
la vida continúa
y los gorriones
aquellas jaurías de quiltritos voladores
llenaban todos los rincones del mundo.
Jamás veré un ruiseñor y francamente no me importa.
He visto pedazos de papeles que se elevan a la luz de la luna
y con ese fracaso me conformo.
Tenía que escribir
leer
no saber nada
esperar una micro
subir
subir
irme pronto adonde el viento y las enfermedades me llevaran.




***
(el poema pertenece al libro Los Escombros de un Actor Porno, Ed. LAR, 2009)
___________

viernes, 14 de noviembre de 2008

Post scriptum (Bolaño)

—SU ROSTRO, EL ESPEJO, DOS VENTANAS FRENTE A FRENTE—
Post scriptum (Bolaño)


(Mathieu Bourgois)

"De lo perdido, de lo irremediablemente perdido, sólo deseo recuperar la disponibilidad cotidiana de mi escritura, líneas capaces de cogerme del pelo y levantarme cuando mi cuerpo ya no quiera aguantar más. (Significativo, dijo el extranjero.) A lo humano y a lo divino. Como esos versos de Leopardi que Daniel Biga recitaba en un puente nórdico para armarse de coraje, así sea mi escritura."

Roberto Bolaño, Gente que se aleja (Amberes)

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viernes, 7 de noviembre de 2008

VI EL TALÓN DE A. KILLER, UN BUEY Y UN CHANCHO Y ADEMÁS UN FERRARI DEL AÑO



VI EL TALÓN DE A. KILLER, UN BUEY Y UN CHANCHO Y ADEMÁS UN FERRARI DEL AÑO
K. Ramone



—fotografía de Hector Labarca Rocco, que acá llamaremos: El Baño de Miguel de Cervantes—


Ahí
por la noche de calle Fosa
vi la guata del buey manchada por un ombligo, qué digo uno
tal vez dos, acaso tres
y estropeada por la luz de la memoria y los recuerdos
—esa luz mohosa que con la certeza se aparea—
vi entonces, he de aclararlo, la panza de Albertiño Killer, A. Killer
mientras dejaba atrás su talón, atascadísimo
talón en la arteria ardiente del planeta estacionado en plena esquina de las putas
la misma en que viene brillando el Sol el año entero
como un rojo Ferrari del año. El talón de A. Killer
parecía el último cuchillo de los cogoteros
de los miserables asaltantes de curagüillas, androides ancianos
y gatos etílicos con cédulas de identidad falsas. El talón de A. Killer
yacía incrustado en las pozas de Sol a eso de las tres
del vino baboseado y vaciado por las verijas, lejos
de la imagen cursi de la poesía
en las antípodas de la imagen de un viento
vestido de ojo o de dos ojos
en el rostro de un niño soñando que es un tuerto
un tuerto vestido de travesti en pleno corazón de la poesía del Siglo de Oro.
Por eso por eso entonces
si no podía ser entonces que a mí me pareciera ver
sino que vi efectivamente
cómo ese Quevedo y ese cabrón pesado de Lope de Vega
venían manejando a todo chancho un Ferrari rojo del año
como queriendo volarles la raja a todos
mientras la rosa seguía viva y ardiendo en mi correo electrónico
mientras otras rosas seguían ardiendo en el frenesí de la cursilería
mientras más rosas llegaban con su fuego hasta la gota
de una amarga condición de flores hediendo a pensamiento.
Allí entendí la profecía
allí en el e-mail recién abierto
adiviné a Albertiño Killer, A. Killer
despertándose de golpe por culpa del frenazo de un Ferrari rojo del año
vi cómo él vio a esos dos chanchos bajarse del Ferrari rojo del año
vi casi (porque todo fue muy rápido lo juro)
la mano de A. Killer sacando su talón de la cintura
uno de sus tantos talones afilados como hojas de afeitar
y luego sólo vi las líneas, sólo el vaho invisible, sólo el viento (¡fuuuuzzzzzzz!)
y las cabezas del cabrón de Lope de Vega y ese tal Quevedo
rodando por el suelo, casi al llegar a la esquina de las putas.
Y la guata de buey con sus ombligos se iluminó de poesía
y entre un crimen y una rosa y el ciberespacio
pude ver que arrodillado un árbol
le echaba la mejor mamada a un curagüilla
un curagüilla con cara de psicólogo recién egresado
es decir
des
ár
ma
tete té
y re...bóta
ta
tatá
algo muy alejado de la imagen que uno puede tener
de una vivienda habitable.
(POR UNA CALLE PARALELA —ESTO NADIE LO VIO, SALVO CLARO ESTÁ EL NARRADOR OMNISCIENTE— PASABA MIGUELITO DE CERVANTES DROGADO HASTA LAS BABAS, CON UN COMIC DE MILO MANARA EN LOS BOLSILLOS Y UNAS MONEDAS PARA LA MICRO, SUPERLATIVAMENTE DESPREOCUPADO DE LA HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA, ES DECIR, DEL CATÁLOGO DE LA NOVELÍSTICA Y SUS HECHORES, LA CRÓNICA AMARILLA DEL DERECHO DE AUTOR, LA POLÍTICA DE LA CITA Y LA ALUSION, LA BITÁCORA DEL PLAGIO, EL EDITORIAL DEL ESPEJISMO QUE NOMBRAN CONSTRUCTO, EN FIN, ASÍ IBA EL MIGUELITO DE CERVANTES, DOBLADO COMO UN RÍO IMA(R)GINARIO Y SUCIO Y SIEMPRE EXTRAÑO ANTE SÍ MISMO, BUSCANDO EN LA VEREDA, AHÍ EN MEDIO DE UNA NOCHE DE CHILE, SUS DIENTES POSTIZOS Y SU BRAZO ORTOPÉDICO, SIN LA AYUDA DE LOS CUALES LE ES IMPOSIBLE MASTICAR TABACO O MANIPULAR LA JERINGA CON QUE SE INOCULA DROGA DE LA MALA PERO BARATA. PERO ESTO, INSISTO, OCURRE EN UNA CALLE PARALELA, NO LE INTERESA A NADIE, NI A MIGUELITO DE CERVANTES, QUE ES INGENUO Y TIENE UNA VISIÓN HONESTA ACERCA DE LA LITERATURA Y POR ELLO FUE CONDENADO A UNA BIOGRAFÍA EN LOS LIBROS Y A UNA COTIDIANIDAD EN LA POBREZA, APALEADO POR ESA IMAGEN DE PRECURSOR DE LA QUE ÉL NI SIQUIERA SE DA CUENTA —TAN DROGADO QUE ANDA SIEMPRE, TAN VOLADO EN REAL-LIFE— Y CUYO MAYOR HOMENAJE HALLAMOS, NO EN LAS NOVELAS, SINO EN LOS CUENTOS DE SCI-FI)
El caso es que yo no vi nada
yo sólo estaba escribiéndole un mail a un amigo
preparando mi próximo libro de poemas que para variar
nada probaría, salvo que uno escribe y escribe y es triste a veces
y en ocasiones tiene depre y es fugazmente feliz
aunque esa fugacidad dure una vida y parezca una pose. Qué
le vamos a hacer
somos todos poetas (ombligos rodeados de cuerpo
sendos ombligos con patas de perra) y latinoamericanos
mientras los poetas chilenos Lope de Vega y Quevedo
vuelven a brillar por obra y gracia del exilio: leer nos quita la tierra
eso también lo sabemos, leer
es el asalto al propio cogote
la invariable reconstitución de un crimen
por eso es que la culpa
señor Verdugo, señor Mazmorra
no es de A. Killer y su talón filudo.
La culpa es del Ferrari rojo del año
ese mismo que vemos brillar hasta el momento
obnubiladamente disfrazado de Sol.


Mayo 2008



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(Este poema pertenece al libro Los Escombros de un Actor Porno, Ed. LAR, 2009)




miércoles, 5 de noviembre de 2008

"GORRIONES COGIENDO ALTURA"

"GORRIONES COGIENDO ALTURA"
—título tomado de: BOLAÑO, ROBERTO; MONTANE, BRUNO. Gorriones Cogiendo Altura. La  de las Américas) : el título, buenísimo, fue ocurrencia del, entre los lepismas de sus recuerdos de nacido-en-Chile, el pío-pío-impío stas jaurías de qltritos voladores que abundan en este paisito—
Sólo un comentario: si estas fotos setenteras y en mero México no son un poema, en cualquier época y en cualquier lugar del mundo, qué podría serlo, qué, qué, qué...
K. Ramone

Lucero Andrade/R.Bolaño/Bruno Montané
Bruno/L.A.Gómez/R.Bolaño/Enrique Andrade

Bruno/E.Andrade/Bolaño/Luis Antonio Gómez/Lucero


B. Montané/R. Bolaño/L. Andrade




***