NOVELA RÍO
By K. Ramone
"el viento trae olor a terneros mojados"
Jorge Teillier
Primera Parte: Tres de la tarde
o ninguna hora de la tarde que para el caso da lo mismo
aburrimiento en grado superlativo
en los escombros de una cárcel
(calavera de res en el desierto después de la última explosión)
los chilenos espectros hirvientes de los presos muertos
juegan un partido de fútbol
tres hombres corren acercándose al solitario portero
el gol que se avecina es a esas alturas casi una obviedad:
el espectro que lleva la pelota es generoso
da un pase al que va más próximo y éste que también es generoso
da a su vez el pase-gol al que tiene al lado
no sin antes gritar el más sublime desafinado y rotundo
¡¡¡Ahora, socio, háguElo!!!
y el háguElo háguElo háguElo
queda suspendido en medio de las nubes radiactivas
y cae convertido en sombra quemada a los pies del cadáver sin rostro
de Michael de Cervantes
quien considera aquel acto bello
como una dentadura postiza para su boca desdentada
o ruiseñor como una mano ortopédica
para sus dedos de ex prisionero soldado del rey
y best-selling author aunque pobre
y termina gritando GOOOOOOOLLLLLLLLLL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ignorando que ni los escarabajos pueden oírlo
ignorando que los chilenos espectros hirvientes de los presos muertos
repetirán una y otra vez la misma escena en que fueron sorprendidos
por la onda expansiva
una y otra vez hasta el fin de los tiempos
e ignorando también Michael de Cervantes
que el háguElo y no un hágAlo
será el eco de la última estrella pájara comida por hormigas mutantes y perras.
Segunda Parte: Michel de Cervantes está solo y tiene hambre
lo habla con su caballo Rocinante
se lo explica
le promete que de alguna forma le asegurará cierto pedazo suelto de un espejo
(se cuida de explicarle que a eso se reduce la postumidad: al pedazo suelto)
lo abraza a su caballo
lo besa en la boca le ofrece sexo gratis
ve una silueta latinoamericana y terrible reflejada en los ojos del equino
lloran juntos
sienten ambos un aroma perdido como a bestias que cruzan caminos
o como carretas solas que cruzan los mismos caminos solos
o como caminos enfáticos hasta la nada
un aroma como a caderas de mujer
en fin
se han sucedido meses desde la última explosión
cada cuerpo ha omitido ya sus rastros
el cielo es un dibujo animado que se desintegra y revive y viceversa
caricaturas ardidas de la escarcha
fósiles de crisantemos electrónicos
peces que jamás escribieron su novela y siguieron siendo peces
que cesaron sobre el polvo simples como una coma
o el esqueleto del mar por fin tranquilo.
Michael de Cervantes tiene hambre y por eso
aunque lo ama
se come a su caballo
se lo come hasta chupar los huesos —que huelen rancio
como familia casa silla preferida televisor casa jardín familia
niños que fuimos y morimos
laptop oído corazón un prrrr prrrr de gatito escondido
rancio como un delantal de madre y un par de párpados
debajo de los cuales hay dos ojos cubiertos por un par de párpados—
rancios huesos de Rocinante que Michael ha chupado hasta el desmayo
pobre tipo solo con hambre
pobre cadáver que no termina de morir
porque también la muerte fue alcanzada por la onda y la vemos allí
arrojada sobre una nieve imaginaria
muerta muerte como cualquier cadáver vivito y coleando.
Pero el panorama no es triste
después de vuelto en sí y con estómago tranquilo
Michael de Cervantes ríe
quiere llorar pero no puede
y ríe
ríe y piensa que en algún momento
ha de llorar. Duerme
sueña con su casa su familia un corcel robusto sano
moviéndose en un lienzo aparece una mujer y luego una luz de ampolleta
luego el rostro de Lope de Vega atravesado por esa luz
hay una breve contemplación de la rabia y su elegancia
una mesa de plástico completamente sola en medio del Renacimiento
y las naves espaciales y un orgasmo sometido al potro y al garrote
sin embargo sueña y sonríe
alcanza a ver una fuente en cuya esfera se pudre un agua de alambre
un agua que es sin embargo bella
un alambre que se enrolla al cuello de una pájara
un alambre muy parecido al caballo que hace unas horas se ha comido
una fuente en cuyo fondo hay otra poza y esa poza es la amistad
un relincho un molino una vaga noción de la mentira en el arte
o del arte como vaga noción de la mentira
un revólver arrojado por los sesos
un viejo gigoló secándose sobre una cama vacía
la triste ubicuidad de un pañuelo sobre otra cama vacía
el paisaje que les sale a las ventanas
unos senos cansados en la luz demolida de las ambulancias
la oveja salvaje de una puerta nunca abierta
un perro nuestro al que llamamos y no viene
y no sabemos o no queremos saber por qué no viene
la certeza de que fuimos pobres y que todo debe llegar a su final
mano que se estrecha con el letargo de un fósforo que habremos de encender
el extenso miedo de un gato frente al crujido de la palabra gato
y el sueño es tranquilo y el cadáver de Michael de Cervantes lo sueña
obviamente con tranquilidad
la tranquilidad del que ya nada tiene que contar a nadie.
Entonces despierta y se dice “Esto no puede ser la tristeza”
y acaba convencido de que toda sombra que se quema
es agua fresca derramada encima de lo que queda de sus pies
y se siente el mejor futbolista del mundo
el que hace goles de lujo eludiendo al portero del castillo
en un estadio vacío como la perfección
deshabitado como la Historia de la Originalidad.
Luego sólo un hombre que se tiende sobre la putrefacta falsedad de una piedra
y desaparece en una sombra cuya voz
huele a huesos de gotas con forma de caballo.
Tercera Parte y Final: En la cárcel un hombre tiene una visión
y se la cuenta a otro preso.
Pongamos que es a mí a quien se la cuenta.
Cuando llegue el Juicio Final —me dice—
vendrá Tatita Dios y me dirá al oído:
“Quémate en las llamitas del Infierno, querido Hijito de la gran Perrita”
Qué puedo hacer, Hermano —me dice.
Pues nada —le contesto— esperar esperar como todos.
El viento de la cárcel traía olor a un patio mojado.
Al otro día el mismo hombre amaneció con una sonrisa de león.
Habló a su gato (los gatos así como el mate amargo y a veces los libros
son en las cárceles las últimas tablas de una casa propia).
Tuve otra visión –me dijo pero no me la contó.
Esa tarde la cuadrilla de Shakespeare lo mató a puñaladas.
Le borraron la sonrisa de león. No se defendió.
Esperó pensando que eso era el todos: la espera.
El viento traía olor a candados mojados.
Shakespeare era el jefe de una cuadrilla de asesinos y ladrones
A diferencia de otros asesinos y ladrones no eran respetados
sino temidos como una caja cerrada y supuestamente vacía o supuestamente llena.
Vi a Shakespeare reír junto a su cuadrilla.
Lo vi luego caminar solo por el patio
lo vi sentarse apoyado en una pared y escribir algo en forma de diálogo.
Luego devino pájaro
y voló. Sí
fue así
esto no es una alegoría. Tal como lo refiero lo vi.
Parecido sólo parecido al pájaro mozart en The Preserving Machine de K. Dick
pero acá no era una criatura musical sino escritural y perversa
y se alejó
abandonó su cuadrilla abandonó la cárcel
y se fue nadie sabe adónde.
El mundo empezó a ser más tranquilo.
El mundo fue inofensivo como un escritor muerto o ido o perdido.
Pasaron los años
comencé a salir de la cárcel
y el viento de la calle traía olor a un olvido que empieza a ser mojado.
Vi una lagartija muriendo sobre un libro de provincia
vi un alambre con un zorzal de sombrero
vi una ciudad de nailon sobre una hoja de árbol
y vi una lluvia junia que emanaba del mes de junio.
Lo que no vi fue al pájaro Shakespeare
ni al hombre que su cuadrilla acuchillara.
Tuve mis propios gatos
acercaba mi oído a sus hocicos y oía ese fffff fffff
que es la lingua franca de todo gato
esa forma abortiva de decirnos: fffff fffff
es decir: I no longer love you.
Pero todo bien
la vida continúa
y los gorriones
aquellas jaurías de quiltritos voladores
llenaban todos los rincones del mundo.
Jamás veré un ruiseñor y francamente no me importa.
He visto pedazos de papeles que se elevan a la luz de la luna
y con ese fracaso me conformo.
Tenía que escribir
leer
no saber nada
esperar una micro
subir
subir
irme pronto adonde el viento y las enfermedades me llevaran.
***
(el poema pertenece al libro Los Escombros de un Actor Porno, Ed. LAR, 2009)
___________
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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10 comentarios:
calabronamente miraba mi cuadrado cuando estuve alli, en citadylia, miraba y el sol pasaba ràpido como las noticias, pero mi vida no pasaba ràpido, por eso me fié detenidamente que en mi cuadrado bailaban hasta las sillas, las mesas, la cuchara, la riza nurlona, la mirada obtusa y la humedad del techo calando los huesos... y sabes? y allí estaban los amigos, los que mencionas, haciendo de las suyas...No estaba loco, yo no, no estaba loco...
Gran Katoooo qué gusto leerte siempre... abrazos amigo, y con ello mi cariño de siempre.
TK
Hermoso poema, Kato, ¡hermoso!
Un abrazototototote
fe de erratas
donde dice: la riza nurlona,
debe decir: la risa burlona....
o tal vez todo sea un bello error para un gran poema?
Nos leemos katíssimo
No, Mi corazón (baudeleriano)..., está bien lo de "riza nurlona". Sabido es que en Nurla -ignoto y necesario país o continente- la risa siempre se riza; no podría ser de otra manera.
Un abrazo a los 2
Gracias por tanta libertad!! generoso labrador!!!..es la segunda vez que leyendote me entran deseos irrefrenables de representar lo que leo en escena....vestido por ejemplo de bufón...y bueno... en esta ocasión ademas, lo hiciste en tres actos, como suelen las obras teatrales...
Y ademas!, la tremenda plasticidad de tu escritura es un goce para las neuronas...y no dejo de reirme cuando bautizas a Mijail, ese manco de Lepanto, que tanto nos lo acercas con esa ironia....hasta luego cocodrilo....
Ja! Pero qué bien visitado me visitan, jajajaj, y no saben lo bien que me hacen, no por lo que dicen, tan superlativamente generosos ustedes, sino por su mera mera presenciota. Bueno, un GRACIAS GRANDE... Y oye, tú, Agus, cocodrilo mayor, ¿no deberías estar durmiendo tu siesta, ah?
Un abrazo grande grande
KR
ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
El cocodrilo duerme...
jajaja Kactisssimo,
es verdad, a veces la forma pierde su forma original, obviamente. Vía dos.
vamos con el quebranta textos y un poema.
saludos
Navero
Oiga, don Kato, que nos ahogamos con este río novelado, con su resonancia y remanente. Nos tiene usted in albis. Y, aunque no lo crea, ¡queremos más!
Ya viene, ya viene... sorry, pero la maldita Aca(ca)demia y sus terribles y cabronas actividades me han tenido rodeado y acechado.
Sin embargo, esta semana, SÍ O SÍ, habrá renovación del material, tanto que la próxima entrada se viene de lujo, de lujo.
Un abrazo grande.
KR
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